Las ventanas correderas se han convertido en uno de los estilos de ventanas más populares tanto para propiedades residenciales como comerciales. Conocidos por su buen funcionamiento y estética contemporánea, ventanas correderas de aluminio , en particular, combinan durabilidad, eficiencia energética y bajo mantenimiento. Funcionan deslizando un panel horizontalmente sobre otro, eliminando la necesidad de espacio adicional para abrir y cerrar, lo que los hace ideales para áreas compactas.
Antes de seleccionar un modelo, es importante comprender los tres tipos principales de ventanas correderas disponibles, ya que cada una tiene ventajas específicas que se adaptan a diferentes necesidades arquitectónicas y condiciones ambientales.
Las ventanas correderas individuales cuentan con un panel fijo y un panel móvil que se desliza horizontalmente a lo largo de un riel. Este tipo es el diseño más común y rentable, ya que ofrece simplicidad y facilidad de uso manteniendo una excelente ventilación y visibilidad. La sección fija proporciona un sellado sólido, mejorando el aislamiento y la eficiencia energética.
Las ventanas corredizas simples son perfectas para apartamentos, baños, cocinas y oficinas modernos donde una abertura lateral es suficiente para el flujo de aire y la luz natural. Su estructura sencilla los convierte en la opción ideal para estilos arquitectónicos minimalistas.
Las ventanas correderas dobles cuentan con dos hojas operables que pueden deslizarse horizontalmente. Este diseño permite una mayor ventilación y flexibilidad, ya que ambos lados se pueden abrir parcial o totalmente según las necesidades de flujo de aire. El funcionamiento simétrico también mejora la comodidad de limpieza, ya que se puede acceder fácilmente a ambos paneles desde el interior.
Las ventanas correderas dobles son las más adecuadas para aberturas en paredes más grandes o habitaciones donde se desea la máxima circulación de aire, como salas de estar, dormitorios o edificios comerciales con fachadas amplias.
Las ventanas correderas triples constan de tres paneles, y al menos uno o dos pueden moverse a lo largo del riel. Esta configuración proporciona la mayor flexibilidad y vista panorámica entre todos los tipos de ventanas corredizas. El panel central puede ser fijo o todos los paneles pueden deslizarse, según el diseño específico. Los marcos de aluminio son particularmente eficaces en este caso debido a su resistencia estructural y su peso ligero, lo que garantiza un deslizamiento suave incluso en grandes superficies de vidrio.
Las ventanas corredizas triples son ideales para espacios como patios, soláriums o salas de estar con vistas panorámicas. También son comunes en edificios de oficinas donde la luz natural y la apertura estética son prioridades clave de diseño.
| Tipo | Número de paneles operables | Eficiencia de ventilación | Uso Ideal |
| Deslizante simple | 1 | moderado | Habitaciones compactas, cocinas. |
| Doble Corredera | 2 | Alto | Salas de estar, oficinas |
| Triple Deslizamiento | 1–2 | muy alto | Patios, grandes aberturas. |
Si bien las ventanas corredizas vienen en varios materiales, el aluminio sigue siendo la opción preferida para la arquitectura moderna debido a su resistencia, estructura liviana y longevidad. Permite perfiles de marco delgados, maximizando el área de vidrio y la luz natural mientras mantiene una resistencia superior a la corrosión y las condiciones climáticas.
La elección del tipo adecuado de ventana corredera depende del equilibrio deseado entre estética, funcionalidad y necesidades de ventilación. Las ventanas corredizas simples brindan simplicidad y asequibilidad, los diseños de correderas dobles mejoran el flujo de aire y la usabilidad, y las configuraciones de correderas triples ofrecen vistas panorámicas y máxima apertura. Las ventanas corredizas de aluminio, en particular, ofrecen una combinación perfecta de estilo, durabilidad y rendimiento, lo que las convierte en una excelente inversión para la arquitectura moderna.